Cómo enfrentar un problema con un colaborador
sin romper el clima laboral

Por ActionCOACH

Hay momentos dentro de la empresa que son difíciles de afrontar cuando eres el dueño. Uno de ellos es cuando debes hablar de un error que se haya cometido o dar retroalimentación a un miembro de tu equipo que no está dando los resultados esperados.

Poder efectuar adecuadamente esa acción y hacerlo sin afectar el clima del lugar de trabajo, es parte esencial de ser un buen líder. Es la oportunidad de resolver un problema, motivar a la persona involucrada y crear lazos con tu equipo de trabajo.

¿Cuál es el riesgo? Bueno, puede ocurrir que el miembro del equipo que recibe esta retroalimentación reaccione de un modo disconforme, atribuyendo a la personalidad de su jefe los motivos del error cometido.

La propuesta de la retroalimentación. Dar una retroalimentación debe ser entendido como una iniciativa de aprendizaje, un toque de atención con proyección de futuro, y por cierto, no de un futuro amenazante y vacío, sino de un futuro de cambio y crecimiento. 

¿Cómo llamar la atención? 

1. Piensa qué es lo que deseas señalar

Si la retroalimentación es sobre la actitud de la persona hacia la tarea, lo que se cuestionará es que la persona no está aportando a la organización lo que la organización necesita de ella. En este caso, pregúntate si el miembro de tu equipo realmente conocía qué se esperaba de su función y de su conducta, revisa las constancias que pueda tener al respecto, como manuales de inducción, contratos, etc. Pero si la retroalimentación es sobre los resultados obtenidos, se deben analizar exhaustivamente las causas y aportar soluciones. Evalúa la instancia individual, pero no pierdas de vista la instancia del trabajo en equipo que llevó a esa situación.

2. Escucha

Es un signo de respeto escuchar la versión de los hechos del miembro de tu equipo. Pero no lo hagas por ser respetuoso y nada más, hazlo para involucrarlo en el análisis de la situación y en la búsqueda de las soluciones que él o ella deberá aplicar por su cuenta.

3. Cuida los detalles

Habla a solas, en privado. Ten todo el cuidado necesario en el modo de transmitir lo que tienes que decir, usa palabras conciliadoras y positivas. Evita las interrupciones de una llamada telefónica o una reunión ya agendada. Tu gesto marcará la pauta en la que se llevará el diálogo, no confundas la seriedad con la actitud cortante o seca. 

4. El motivo

Identifica el motivo de la charla desde el inicio desde un punto objetivo, no lo hagas personal, de este modo tendrás más oportunidades de lograr una reacción positiva.

5. No te confundas y no confundirás

Recuerda que tu intención no es valorar a la persona, sino analizar hechos y/o actitudes hacia las tareas que deben resolverse de manera inmediata.

6. La retroalimentación no es destruir

Tu intención, al dar retroalimentación a un colaborador, es lograr una solución, para eso debes actuar con un sentido educativo, esto es: orientar, guiar, aportar sugerencias sobre procesos para mejorar. Si el miembro de tu equipo observa que esa es tu intención, podrá comprender la situación y ese será el primer paso para tener su apoyo y compromiso.

7. Justicia

Sé equitativo y justo con todos los miembros de tu equipo. Ya he mencionado que debe evaluar no solo las instancias individuales, sino también los procesos grupales. La mayoría de los trabajos, en la mayoría de las organizaciones, se realizan en equipo. Antes de hablar sobre un error con esa persona, evalúa si es realmente el único que necesita retroalimentación.

8. El reconocimiento esperado

Cuando hablas con un colaborador sobre errores que se cometieron, sugieres estrategias para la solución del inconveniente y esperas el compromiso del personal implicado. Supongamos que el momento tan esperado llega y que se produjo el cambio deseado en la conducta o en los hechos. Bien… ¿Ya está? No, falta una cosa más, falta tu reconocimiento. Fuiste puntual en señalar la falta o equivocación. Entonces sé igual para reconocer el cambio que has esperado. Reconocer al individuo que ha enmendado su error, no solo le hará bien a esa persona, también le hará bien a todo el equipo y por supuesto, te hará mucho bien a ti. Después de todo, fuiste tú quién tomó la decisión de dar retroalimentación y esperabas resultados de esa acción.

En toda organización existe algo intangible llamado “clima laboral”, es la atmósfera de trabajo que refleja la moral, el espíritu de equipo y el sentido de cooperación. Hablar de errores y brindar retroalimentación a tus colaboradores sin romper el clima es todo un desafío, pero es un desafío posible.